miércoles, 19 de diciembre de 2012
Y todas esas pequeñas cosas que te hacen especial.
Y entonces aparece de la nada. Sin llamar a la puerta ni pedir permiso. Piensas que sólo es una temporada, hasta que te das cuenta de que se queda para toda la vida. Y cada día le quieres un poco más, descubres sus pequeñas manías y sus perfectas imperfecciones. Su forma de hablar, de caminar y esa sonrisa que lo cambia todo. Sus tics nerviosos y sus labios carnosos, esos que te podrías pasar toda la noche besando. Su olor. Recuerdas esa canción y el pequeño recuerdo que quedará en tu memoria para siempre. Y cuando te des cuentas, notarás como le quieres más que a cualquier persona que jamás habrás podido querer.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Escribes muy bien paisana, un placer.
ResponderEliminarte deseo unas felices fiestas
y que el nuevo año te llenen de felicidad.
¡Feliz 2013!
un abrazo.