martes, 26 de agosto de 2014

Que quizás no fue suficiente quererte sólo a ratos largos. Ni a cortos. Ni los besos con amor, ni sin él. y que hace tiempo que no te digo que te hecho de menos, aunque lo siga haciendo como el primer día sin ti. Ni que te sigo pensando cada tarde a las seis menos cuarto tumbado a mi lado en la cama escuchando a saber qué música. Ni que me apetece comerte a besos en nuestros días de invierno. Ni que me repitas una y otra vez cuánto te gusta mi sonrisa.
Y lo que a mi me gustas tú.

lunes, 9 de junio de 2014

Hace día de quererte.

Hoy es uno de esos días en los que parece que no hay más mundo después de sus abrazos. Día de esos besos que apetecen. De esos en los que me falta tiempo para pasear mis dedos por tu espalda. Día de verte aún con los ojos cerrados. De querer aprenderme tu espalda de memoria. Día de ver tu sonrisa. Y tus ojos azules también. Día de escuchar tu voz rota susurrando algún que otro te quiero. Y de recordarte una y otra vez lo guapo que hoy estás. Día de recorrerme tu cuello hasta que me canse. De perderte por alguna de mis curvas. Hace día de quererte.

viernes, 25 de abril de 2014

Típico, sí.

Típico, sí. Pero lo que daría yo por ver tu culo andar por mi pasillo sin ningún remordimiento. Y vaya ganas las que tengo de pasarme la noche besándote (y a saber qué más). O mejor hablemos de mis uñas marcadas en tu espalda y de la pequeña marca de tus labios en mi cuello. Y que hoy el color de tu camiseta combina de puta madre con el suelo de mi habitación. O de todos los lunares que me apetece contar (y los que no tengas, también te los pienso contar). Así que bueno, ya sabes las ganas que tengo de quitarte esa sonrisa a besos, por mucho que me encante ella.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Por ti, por mi.

Por el frío del invierno. Por el olor a café caliente. Por los abrazos. Por las luces en el anochecer. Por los besos. Por las películas de terror. Por las noches a su lado. Por el calor de su cama. Por su olor. Por mi sonrisa. Por la suya, que es mejor. Por sus ojos. Por sus manos recorriendo mi espalda. Por el vacío. Por los te quiero. Por su cuello en mi boca. Por mis manos jugando en su pelo. Por su sofá. Por las canciones de fondo. Por las bufandas. Por la música triste. Por las palabras que sobraron. Por las que no nos atrevimos a decir. Por todas las promesas. Por todas las mentiras. Por nosotros. Por lo que éramos.

Por mandarlo todo a la mierda.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Y ésto acaba de empezar con ese beso.

Gritar, llorar, ahogarse en tu nombre como nunca lo haría en cualquier otra palabra. Reventar cada habitación de la casa con nuestro deseo y enfrentarme al mundo con uno de tus besos. Conquistar cada lunar de tu espalda y volver a reconquistarlos cada noche. Recomenzar la historia del mundo empezando por uno de tus abrazos y navegar por todo mar acabando en tu mirada.
Encantada, me llamo nuestra historia, y ésto acaba de empezar con ese beso.

domingo, 18 de agosto de 2013

Cómplices sonrisas, o quizás algo más que eso.

Tardes en las que no tuvimos cojones a querernos como solíamos hacerlo. Los mismos sentimientos y los dos cobardes de demostrarlos. Almohadas empapadas de lágrimas por las mismas estupideces de siempre. Por recordar el significado de querer. O por lo afortunada que te sentías por creer que te quería. La canción que te hace llorar cada vez que la escuchas y aquella foto. Nos creíamos fuertes por correr contra corriente del destino, hasta que nos chocamos con la realidad. La misma que me hace recordar, día tras día, el nombre del que me enamoré al dar dos besos y una sonrisa cómplice.

miércoles, 26 de junio de 2013

Te echo de menos.

Te echo de menos. A nuestras veladas y a nuestros insomnios. A tus locuras. A nuestros enfados de media noche y a los te quiero de reconciliación. Te echo de menos, como el primer día, o como el último. A nuestras tardes de sofá y besos. A nuestras conversaciones incoherentes. A nuestras caras de tontos enamorados antes de besarnos. A los celos de sentir que eras mío. Tuya. A tus abrazos. A ti. Gracias por haberme hecho feliz, ahora, sólo me queda el echarte de menos.